Ferri consideró que las razones por las cuales el hombre es delincuente son ajenas a su voluntad, el delito para Ferri no existe, existen enfermedades que bien ha heredado o las adquirió en el transcurso de su vida.
Cuestionó el énfasis en características fisiológicas de los criminales, campo de estudio de Lombroso. En su lugar, se centró en el estudio de las características psicológicas, que creía eran las responsables del desarrollo de la criminalidad en el individuo. Estas características incluían el habla, la escritura, los símbolos secretos, el arte y la literatura, así como la insensibilidad moral y la falta de repugnancia a la idea y ejecución de la ofensa, previo a su comisión, y la ausencia de remordimiento después de cometerla.
Alegó que los sentimientos como la religión, el honor y la lealtad no contribuían al comportamiento criminal, pues estas ideas eran muy complicadas para tener un impacto definitivo en la moral básica de las personas. Argumentó que eran otros sentimientos, como el odio, el amor, la vanidad los que influenciaban grandemente pues tenían más control sobre la moral de las personas.
Resumió su teoría al definir la psicología criminal como una resistencia defectuosa de las tendencias criminales y las tentaciones, debido a una impulsividad desbalanceada que caracteriza solo a los niños y a los salvajes.
CESARE LOMBROSO
(Verona, 1836 - Turín, 1909) Criminólogo italiano. Ingenio muy precoz, a los quince años publicó Sàggio di studi sulla Repubblica Romana (1850), donde establece las diferencias entre la civilización romana y la italiana de su tiempo. Sin embargo, su genialidad sólo quedaría plenamente revelada en el estudio de la antropología. A lo largo de toda su actividad demostró un interés particular por la psiquiatría.
En 1859 se doctoró en Medicina en Pavía con la tesisRicerche sul cretinismo in Lombardia; posteriormente enseñó en la universidad local, y fue director del manicomio de la citada población. Por aquel entonces publicó Genio y locura (1864) y El hombre delincuente(1876). Más tarde pasó a Turín, donde entre 1876 y la fecha de su muerte desempeñó en la universidad, sucesivamente, las cátedras de Medicina legal, Psiquiatría y Antropología criminal. Entre sus restantes obras cabe mencionar La mujer delincuente, la prostituta y la mujer normal, así como El hombre blanco y el hombre de color.
Los principales campos de su investigación fueron la genialidad, la delincuencia y la pelagra. Si bien poseedor de una gran intuición, careció de sentido crítico, y no profundizó en las causas de las cuestiones estudiadas. Muchas de sus teorías se hallan hoy completamente caducadas. Sin embargo, a sus estudios médico-antropológicos sobre el delincuente se deben las bases de la antropología criminal que ha inspirado las nuevas concepciones del derecho real y de la administración de justicia.
RAFAEL GAROFALO
Nace en Nápoles, Italia, en 1851. Antes de formar parte de la Escuela Positiva, Garófalo, había ya publicado algunos escritos, que serian de mucha importancia para la nueva escuela, pues daba las bases y la orientación jurídica necesaria, además de conceptos como: peligrosidad y prevención especial y general. Entre sus obras se destacan: 'Estudios recientes sobre la Penalidad', 'Criterio Positivo de la Penalidad' y su trabajo principal: "Criminología".
La gran preocupación de Garófalo fue la aplicación de la teoría Criminológica a la práctica, tanto en el aspecto legislativo como en el judicial, así, hace el primer esquema de las penas de acuerdo no al delito, sino a la clasificación del delincuentes. Aparte de las diferencias filosóficas, su desacuerdo con sus colegas fue en cuanto al determinismo absoluto, que no podía aceptar, y en cuanto a la pena de muerte, de la cual Garófalo era un ferviente partidario.
Garófalo participó en diversos Congresos Internacionales de Antropológia Criminal y fue profesor de la universidad de Nápoles.
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